La colaboracion de un detective madriñeno clave en la resolucion del caso. Se hacía pasar por un adolescente de 17 años cuando en realidad tenía 50. Vivía en Tarragona, y contaba con doble nacionalidad española y estadounidense.
El individuo llevaba más de tres años abusando sexualmente de una menor de 12 años, con quien contactó por internet. La indujo a quedar con él en un hotel de Madrid, donde mantuvieron relaciones sexuales en una habitación a oscuras para evitar que la joven descubriese su identidad. Sin embargo, para chantajearla, él grababa los encuentros.
Cuando ella decidió dejar de verse con el hombre, un matemático e ingeniero, éste comenzó a acosarla y hasta llegó a enviarle amenazas de muerte. Además, envió a amigos y familiares de la niña correos electrónicos con vídeos de sus encuentros sexuales. La menor sufrió en ese periodo un gran daño psicológico que repercutió en su salud y que la obligó a abandonar su colegio, según explicó ayer la Policía Nacional. Los agentes encargados de la investigación estudiaron cientos de correos recibidos por la menor y analizaron las imágenes difundidas por él, que iban acompañadas de insultos a la niña. El adulto intentaba siempre ocultar su rostro, pero el estudio de unos tatuajes y otras características físicas, junto con los rastros informáticos dejados, permitieron identificar al autor. Tiene domicilio en una localidad de Tarragona y cuenta con más de 500.000 euros en su poder, lo que alertó a los agentes de una posible fuga. Durante el registro de su domicilio se encontró numerosa documentación que confirmaba los hechos denunciados, y la policía intervino material que apunta a la existencia de otras posibles víctimas. Su obsesión con la menor llegaba a tal extremo que tenía una foto de ella en la mesilla de su habitación, además de otras que utilizaba como fondo en sus teléfonos móviles. Se le acusa de abusos sexuales, producción y distribución de pornografía infantil, amenazas, coacciones, descubrimiento y revelación de secretos.
La operación ha sido realizada por el Grupo de Protección al Menor de la BIT, adscrita a la UDEF Central de la Comisaría General de Policía Judicial, en colaboración con la Policía Judicial de Tarragona.