Declaran procedente el despido de una mujer que fue descubierta prestando servicios con cara «sonriente» en una empresa familiar estando de baja.
Murcia.- El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Región ha respaldado la procedencia del despido de una trabajadora a la que un detective privado descubrió prestando sus servicios en una empresa familiar con un aspecto «jovial y sonriente» que no denotaba el estado de ansiedad que había alegado para pedir la baja.
La sentencia de la Sala de lo Social del TSJ confirma así la dictada por un Juzgado que declaró procedente el cese de la relación laboral que esta trabajadora mantenía con una empresa de transportes, en la que prestaba sus servicios como auxiliar administrativo.
El Juzgado de lo Social de Murcia, en la sentencia que ahora se ve ratificada, recogía que esta trabajadora, tras prestar declaración ante la Policía a raíz de la denuncia presentada por la empresa por cobrar indebidamente unos pagarés, se presentó en el Servicio de Urgencias de Molina de Segura. Allí expuso a los facultativos que la atendieron que sentía palpitaciones, boca seca y nerviosismo, siendo diagnosticada de ansiedad, recibiendo el alta en el citado Servicio para ser revisada por su médico de cabecera.
Al día siguiente acudió al Servicio de Urgencias del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, «refiriendo ánimo triste en los últimos meses, desesperanza con respecto al futuro, dificultad para concentrarse en el trabajo e insomnio, siendo diagnosticada de crisis de ansiedad y probable síndrome ansioso-depresivo». Ese mismo día -añadía la sentencia- inició un proceso de incapacidad por contingencias comunes, y estando en esa situación, fue objeto de un seguimiento por parte de un detective, lo que permitió observar que prestaba sus servicios en una empresa regentada por su esposo.
Según la carta de despido, en una ocasión se la pudo ver «con aspecto muy cuidado, sin que su forma de expresarse, ni en su imagen o apariencia externa, se le aprecie signo alguno de ansiedad, estrés, tristeza, abatimiento, preocupación o estado de ánimo bajo, manteniendo conversación con vecinas del establecimiento de forma jovial y sonriente».