El sector del automóvil concentró el 67 por ciento de los fraudes «cazados», con 1.483 intentos de engaño. El hecho de inflar los partes de accidentes se ha convertido en una práctica ordinaria. Incluso, para muchos, en un «derecho» plenamente justificado. Y es que existe la idea generalizada de que las compañías de seguros se lucran a costa de sus clientes, cobrando unas primas escandalosas.
Las estafas a las aseguradoras para cobrar la suculenta póliza no dejan de aumentar en Córdoba. Y lo más significativo es que las tendencias al fraude «amateur» se están incrementado con la crisis; sobre todo, los relacionados con robos o accidentes de coche. Así lo recoge el informe anual de la patronal de las aseguradoras, Unespa, al que ha tenido acceso ABC, según el cual los detectives de las compañías detectaron en la provincia 2.207 engaños, un 3,9 por ciento más que en 2012. La subida está muy por encima de la registrada a nivel nacional, que fue del 2,4%, al pasar de 146.792 casos a 151.995.
Una forma de «equilibrar la balanza» es intentar «sisarles» todo lo posible.
Los tipos de desfalcos más comunes que recoge la estadística están encabezados por el fraude en la suscripción, es decir, querer cobrar la indemnización de un siniestro habiendo contratado el seguro tras el mismo. También es muy común la simulación de un accidente para percibir la indemnización sin perder el vehículo. Otra forma de engañar a la compañía consiste en ocultar datos preexistentes o pedir reclamaciones desproporcionadas.
Entre las mejores investigaciones en este área, Unespa ha premiado una de las realizadas por Línea Directa. Tras la declaración de un siniestro con siete lesionados, la firma destapó una trama cuyos principales implicados eran un abogado y su mujer, que regentaba una clínica de rehabilitación. Su forma de actuar era pagar a los supuestos lesionados para que figurasen como víctimas de los siniestros. En todos los casos, él aparecía como letrado de la falsa víctima y, en varias ocasiones aunque no siempre, la atención médica la prestaba la citada clínica.
Aunque los fraudes a los seguros de los coches coparon la mayor parte de la tarta de timos detectados en córdoba, no fueron los que más aumentaron. En este sentido, destacan las estafas a seguros diversos, que crecieron un 10,5%, al pasar de 598 a 661. Según explicaron desde Unespa, consisten en la denuncia de un daño simulado, como un robo o un incendio.
Según la patronal, los 151.995 casos detectados a nivel nacional habrían tenido un coste para el resto de los asegurados de 573 millones de euros. «Sin embargo, la actuación diligente de las aseguradoras en la detección e investigación de los mismos permitió abonar solo 161 millones, que era la cantidad real a la que se tenía derecho, suponiendo un ahorro de casi 412 millones de euros que se habrían pagado indebidamente si no se hubieran evitado estos intentos de fraude». Es decir se ha ahorrado a los asegurados un 72% del importe inicialmente reclamado, lo que se traduce en menos siniestralidad para el total de clientes.
Medidas
A lo largo del pasado ejercicio, se destinaron a combatir el fraude más de 10,5 millones de euros, un 10,1% más que en el año anterior. La combinación de una mayor actuación por parte del seguro ha producido un rendimiento del 39,22%. Por tanto, por cada euro invertido en lucha contra el fraude se consigue evitar pagar 39,22 euros a los defraudadores.
La patronal advierte de que, pese a la proliferación de estafadores novatos, continúa habiendo redes organizadas para delinquir y simular el fraude, especialmente en relación con el seguro de automóvil. Respecto a las herramientas de investigación, se ha continuado con una utilización de internet y redes sociales como una de las vías de seguimiento de los casos.
Las simulaciones de robo están entre los fraudes más comunes a las aseguradoras